(1988)

 

supaymarca
2017
mixed media installation

 

María Abaddon recently came across a bag of seeds, written on the packet was “The seed is to be planted”. In the rotting concrete of Camino Real, Abaddon creates an artificially placed lifecycle in the glass box of the empty shop front. A human sized terrarium of life and death. The tropical plants are at a moment of their own lifecycle, fed by the soil composed of plants of the past. Here we are confronted by this natural cycle of death supporting life. Abaddon searches for a way to remove us from the sanitisation of our own mortality, a yearning to return to this cycle of putrefaction, spawning and rebirth.

In her studio in Lima, Abaddon is planting every single seed that she encounters. In this long term life experiment, it is impossible and irrelevant to perceive how the project will end. It is a moment in time, harbouring the potentiality of the future, beyond our own morbid bodies. Here, for a moment in time, a partial-shade world is present.

Firstname
María
Lastname
Abaddon
Body (Spanish)

(1988)

 

supaymarca
2017
Instalación con técnica mixta

 

María Abaddon recientemente se encontró con una bolsa de semillas. En el paquete estaba escrito: "La semilla debe ser plantada". En el cemento podrido de Camino Real, Abaddon recrea  un ciclo de vida artificial en la caja de vidrio del frente de una tienda vacía. Un terrario de tamaño humano de vida y muerte. Las plantas tropicales se encuentran en un momento de su propio ciclo de vida en el que son alimentadas por el suelo compuesto de plantas del pasado. La instalación nos enfrenta a este ciclo natural de muerte que sustenta la vida. Abaddon busca una manera de apartarnos de la higenización de nuestra propia mortalidad, a través de un anhelo por volver a este ciclo de putrefacción, desove y renacimiento.

En su estudio en Lima, Abaddon está plantando cada semilla que encuentra. En este experimento de vida a largo plazo, es imposible e irrelevante saber cómo terminará el proyecto. Es un momento en el tiempo, albergando la potencialidad del futuro, más allá de nuestros propios cuerpos mórbidos. Aquí, por un momento en el tiempo, un mundo de sombra parcial está presente.